La problemática en la calidad del servicio de salud ha...
Por Artidoro Botia
Hace algún tiempo, llegué a pensar que Margarita Rosa de Francisco sólo era una mujer de farándula dedicada a temas de telenovelas, presentaciones y esas ‘cosillas’ que tanto les gusta a los artistas de la farándula. No sabía que detrás de la Rosa de Francisco habían otras pretensiones diferentes a las de ver únicamente cuerpos bonitos y vivir de los ‘Me Gusta’ en las redes sociales. Pero realmente reconozco que me equivoqué, porque esta mujer me ha dado un gran ejemplo y una lección no solo a mí, sino a muchos.
Los años nos traen sabiduría, y con ellos adquirimos madurez, criterio, pero sobre todo; carácter para ser objetivos y pronunciarnos de manera crítica sobre aquellos temas que nos inquietan, y por los cuales sentimos molestia, ya sea porque atropellan nuestros derechos o porque a diario vivimos en un país lleno de injusticias y desigualdades sociales, mientras “los más vivos” quieren apoderarse de todo a su antojo sin importar las consecuencias o el impacto que esto genere en nuestra sociedad.
Empezamos a hacernos preguntas, y a sentir cansancio con ciertas situaciones que nos inquietan, porque desde jóvenes siempre hemos sido conformistas. Todo lo permitimos, no objetamos, a veces porque nos toca o porque no podemos opinar ni quejarnos y entonces terminamos acostumbrándonos a ser la generación que nada lo cuestiona.
Margarita Rosa, quien realiza escritos que se publican cada jueves en las columnas de opinión del periódico el Tiempo; el diario de mayor circulación en Colombia y durante siete años prácticamente el único de circulación nacional según información de la enciclopedia virtual Wikipedia, realizó algunos apuntes bastante críticos en su habitual columna, pero esta vez, en contra del dueño del aviso, el señor Luis Carlos Sarmiento Ángulo, quien es el propietario del gigante medio de comunicación colombiano EL TIEMPO.
A través de una columna titulada ‘Dilema Ético’ la actriz y presentadora colombiana le cantó la tabla a Sarmiento Angulo en su propio periódico, se despojó de ese “sapo atragantado” que tenía en su garganta, se desahogó de manera directa en contra de uno de los personajes más influyente en el país, poderoso empresario que domina a su antojo el sistema político y económico y que nos tiene inmersos en una burbuja para que el sistema opere a favor de los más poderosos, junto con sus secuaces empresarios y políticos oportunistas.
Margarita Rosa, hoy es un ejemplo para muchos y su acción nos lleva a reafirmar la idea de que estamos cansados de lo mismo, pero también nos exhorta a quienes no nos hemos atrevido a denunciar a los poderes que controlan el país, ya sea por temor o porque sentimos pánico al repensar un cambio en el sistema, ese que nos ha mantenido cegados y no nos ha dado la oportunidad de optar por una visión diferente.
La acción de Margarita Rosa de Francisco nos invita a todos a revestirnos de valentía y determinación frente a los grandes poderes que controlan el país. Es también un llamado a ser críticos frente a las injusticias que por décadas hemos tenido que soportar como sociedad y que muchas veces hemos tenido que callar por el temor de enfrentar a los gigantes poderosos que controlan a Colombia.